lunes, 3 de abril de 2017

El abuelo, el mío...

Hay un proyecto que me gusta trabajar con mis changos en la secundaria, que trata de elaborar biografías; lo que hago distinto es que, en lugar de hacerla sobre un personaje, como lo sugiere el programa, les llevo a la construcción biográfica de alguno de sus abuelos, hecho que considero importante porque estoy convencido de que debemos tener conocimiento de dónde venimos y el camino que hemos recorrido gracias a quienes nos anteceden.

Mis alumnos se emocionan con su trabajo y, conforme avanzan en la producción, se dan cuenta que hay detalles de la historia de sus propios padres que no conocen y, a su vez, cositas que sus padres desconocen de sus padres, es decir, de los abuelos, ¿qué cosas no?

Para fortuna de mis hijas, por ejemplo, su abuelo –mi papá- siempre habla de su historia; además, hace algunos años escribió una biografía que compartió con nuestra familia y amigos; para mi suerte, la vida de mi abuela paterna no me es del todo desconocida por ese mismo texto que escribiera mi padre; sin embargo, sobre mis abuelos maternos, no conozco casi nada –o nada- de su origen, aunque viví de cerca su partida.

Hace unos días, mientras esperaba a que mi esposa saliera contenta del Oxxo con su café, escuché una canción que, cuando me dedicaba a cantar, se me atoraba en la garganta; ahora que me topé con esa historia de nuevo, como auditorio, no me fue posible oír siquiera sus compases sin evitar el nudo en la garganta y alguna lagrimilla rebelde que se evaporó al tocar mis pestañas. No, la canción no trata de mi abuelo, pero sí de uno, que según la historia, llegó de lejos porque sus oportunidades en su tierra se acabaron y, al llegar a esa nueva patria formó su familia y el trazo del camino que anduvo hasta el fin de sus días, cuando le pidió a su nieto que volviera a su terruño a avisar que había dado todo en otro lugar.

No sé, porque nunca lo hablamos, los motivos de mi abuelo para dejar Agujitas, Coahuila, pero supongo que su trabajo en las minas no le permitiría hacer lo que hizo en su vida; tampoco sé cómo conoció a mi abuela, no me lo quiso contar; ni sobre su primer matrimonio, del que tengo entendido enviudó y le dejó dos hijos que acogió mi abuela como propios; tampoco conocí el origen de su oficio, pero también lo viví cercano; me contó cómo dejó de fumar y por qué caminaba todas las mañanas hasta el mercado de abastos, por qué no hacía coraje y cómo evitaba decir maldiciones. Esto último no lo aprendí… ni lo primero tampoco.

Recuerdo que mi viejito lloraba sin que nadie se diera cuenta, a menos que le conocieran; el puchero era su gesto. Recuerdo el último día de mi estancia en su casa, después de casi un año de acompañarlo: Había cobrado mi primer cheque como promotor cultural y decidí, después de feriarlo, dárselo. No quería aceptarlo, pero después de escuchar mis razones no tuvo otra opción y lo tomó, no sin soltar dos o tres lagrimillas con sus respectivos pucheros. Cuando se fue, según me contó mi madre, tenía guardado ese dinero en un sobre, junto al talón de cheque que también le entregué.

No es que lo extrañe, en serio; sino que me parece que no platicamos lo suficiente de todo, aunque hablamos mucho.

                                               Y el abuelo entonces, cuando yo era niño, me hablaba (…) del                                                 viento del norte, de la vieja aldea y de sus montañas. Le gustaba tanto recordar las cosas que llevo grabadas muy dentro del alma...

Bueno bai.

4 comentarios:

  1. Yah begitulah, backlink dari google ini memang perlu untuk kita kejar dan kita dapatkan

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  2. artikelnya sangat bagus, terima kasih telah membagi informasi tersebut

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  3. Kabar Baik Untuk Para pencinta Game
    Karena di Bulan januari ini Sudah keluar Game RPG Online Terpopuler Se-Asia
    Penasarankan Game nya Seperti apa???
    Kalian bisa dilihat game nya dari link di bawah yaaa

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  4. Menarik sekali, perlu saya coba ini..
    kebetulan lagi cara tentang hal ini.

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